
LA HORA DE LA EXCUSA
Laura Fernández-Montesinos Salamanca
Es de llamar poderosamente la atención un artículo aparecido en la revista Proceso nº 1667, del 12 de octubre del presente, en el que se reproducen fragmentos del libro de Luis Carlos Ugalde: “Así lo viví”, procedentes de una copia del original para imprenta, y cuidadosamente escogidos, donde Ugalde excusa su comportamiento como presidente del IFE durante el período electoral de 2006.
A continuación, el análisis de algunos extractos, resumidos y adaptados para este formato.
Destaca de inicio la persona que anunció a Ugalde su nombramiento: Elba Esther Gordillo. No es necesario mencionar el inmenso poder de la maestra a costa de chantajear el voto de su gremio, pactos de conveniencia –recientemente fue expulsada del PRI por traición, al colaborar con el gobierno de Fox, en la campaña de Calderón, y su teje-maneje en la presidencia- Uso del erario público para enriquecimiento y regalos: lap tops a los diputados que coordinaba, 59 camionetas Hummers ($400 mil c/u) a los dirigentes seccionales del sindicato SNTE que opera vergonzosamente para desgracia de la educación pública desde hace más de 20 años, y por el que se hizo nombrar presidenta vitalicia, y un etcétera interminable. Gestiones propias de la mafia sindical mexicana en perjuicio de la calidad educativa, los niños y los trabajadores que laboran con bajas remuneraciones y en pésimas condiciones, cuando la Secretaría de Educación Pública recibe tanto dinero como en los países desarrollados, pero que desemboca en los parásitos que cobran sin trabajar una sola hora, la riqueza y regalitos de la Sra. Gordillo, por más que excuse que son para una rifa. Además de su cinismo dictatorial al disponer expresamente la elección de los consejeros del IFE, habiendo excluido de la votación al PRD.
Artículo 110 del libro tercero del IFE. Título primero. Disposiciones preliminares, aparatado 2º.
“El consejero presidente del Consejo General, será elegido por las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, de entre las propuestas que formulen los grupos parlamentarios, previa realización de una amplia consulta a la sociedad”. Lo cual, por supuesto, no se respetó.
El texto de Proceso detalla una llamada anónima que recibió Ugalde en su celular:
- Háblale a Roberto Madrazo a la suite del hotel Four Seasons y dile lo que le tienes que decir (…)
Hablar con Madrazo era importante- explica Ugalde- porque, en ese mes de octubre de 2003, crecía la versión de un creciente distanciamiento entre él y Gordillo. Era indispensable, por lo tanto, contar con el aval de ambos para generar confianza en el PRI(…) ¿Qué era lo que tenía que decir?, pensé. No iba a ofrecer nada a cambio (…) -Roberto, habla Luis Carlos Ugalde. Llamo para agradecer tu confianza para ser considerado como nuevo presidente del IFE. Madrazo me felicitó. No sabía entonces que, tiempo después, al amparo de una interpretación legal, el PRI de Madrazo pediría al IFE y a mi persona, aliviar y “facilitar” el pago de su deuda (multa de mil millones de pesos por el Pemexgate), y que la negativa a hacerlo contribuiría a sembrar la distancia.
Elocuente confesión de que el gobierno de Fox no era feudo exclusivo de Gordillo sino de Madrazo y camarilla priísta. La división interna por la pugna por el poder se hacía notoria a juzgar por lo siguiente:
- (…) Poco antes de votar el nombramiento de la candidata a secretaria ejecutiva: Mª del Carmen Alanís, directora de Capacitación Electoral y Educación Cívica del IFE, Fernando González, yerno de Gordillo, me llamó preocupado por la cercanía de Alanís con el diputado del PRI Manlio Fabio Beltrones. Temía que por medio de ella, interviniera en la vida interna del instituto “Dile a Ugalde que Alanís les va a hacer mucho daño”-Habría dicho Elba Esther. En los primeros meses de 2005, Beltrones me mandó un mensaje con el nombre de un candidato: José Manuel Moreno Aguiñiga. (Concuño de Beltrones) Ugalde contestó que no había apoyo para dicho candidato-“Manlio nunca olvida, cuídate”- le dijo un amigo.
Según Ugalde, el candidato natural para Elba Esther era Castañeda. En 2005, tanto el presidente Fox como su esposa y Santiago Creel, secretario de Gobernación, le dijeron que Castañeda “robaría” votos al PAN. No obstante el 30 de mayo de 2006, a pocas semanas de la jornada electoral, Elba Esther le dijo a Castañeda que si aceptaba la candidatura, ella quitaba a Roberto Campa, candidato por Nueva Alianza. La condición implícita era que declinara a favor de Calderón antes de la jornada electoral. Tales revelaciones verifican el fraude electoral del 2006: El plan urdido, y Elba Esther la ejecutora.
- (…) Poco antes de que iniciaran las campañas presidenciales, el gobierno de Vicente Fox lanzó, en enero de 2006, una campaña masiva en radio y TV para presumir los logros de su administración. Los spots buscaban influir en el ánimo de los ciudadanos. (…) Nunca se refirió a López Obrador por su nombre, pero el destinatario de sus críticas era claro.
Ugalde olvida mencionar que Castañeda, autor confeso, había recomendado la campaña sucia contra López Obrador, que en los spots televisivos se escuchaba claramente su nombre en un tono autoritario: “López Obrador es un peligro para México”. Que él como presidente del IFE permitió que dicha campaña prosiguiera, con la consiguiente omisión legal, incurriendo en delitos electorales por los que no ha sido juzgado, y de los que pretende excusarse en una llamada que recibió de Calderón enojado:
“Si el IFE prohibía los spots, se estaría limitando la libertad de expresión, y se daría un golpe a la democracia. Era inadmisible que los consejeros cediéramos frente a las pretensiones del PRD. Dijo tener derecho a decir lo que pensaba y que el IFE no se lo podía prohibir. Contesté que la señal de Tribunal Electoral era muy clara. “Los magistrados quieren que se detengan las campañas negativas. Si no lo hacemos nosotros- explicaba- lo harán ellos, y yo no puedo permitir que el IFE sea omiso frente a un mensaje claro de los magistrados (…) Los spots, sin embargo, no se retiraron.
- (…) He recordado varias veces esa conversación, y he reflexionado sobre el contraste entre el Calderón candidato, defensor de la libertad de expresión, a costa de lo que fuera, y el Calderón presidente que publicó una reforma constitucional, en noviembre de 2007, que prohíbe el tipo de publicidad política que él mismo empleó contra AMLO y que defendió ante mí en abril de 2006.
- (…) Rubén Aguilar, vocero del presidente Fox, me platicó tiempo después, que el presidente Fox actuaba por iniciativa propia porque estaba convencido de que había que defender su proyecto de gobierno. Fox pensaba que no se podía regresar a la época del PRI, bajo la sombra de un populista como López Obrador. Más que un asunto de favorecer a Calderón, lo esencial era que AMLO no llegara a Los Pinos. Fox pensaba que era su derecho actuar, y que no violaba ninguna ley al hacerlo (…)
Elocuente nuevamente el desconocimiento de Fox por las leyes, y su confusión entre berrinche e intromisión, por cuyo empecinamiento incurrió en actos violatorios e inconstitucionales. Ugalde no solo incumplió con su deber de informárselo e impedírselo, sino que fue su cómplice al permitirlo.
- (…) En julio de 2004, me aseguró que sería plenamente neutral. El 19 de febrero de 2006, antes de aprobar el acuerdo de neutralidad, su rostro adusto y distante, mientras entraba en la sala acompañado de Carlos Abascal, secretario de gobernación, me indicó que la reunión sería álgida. Sus primeras palabras fueron de reclamo. Se quejó de que el presidente de la república no pudiera hablar ni decir lo que pensaba, incluso si atacaban a su esposa Marta. Me dijo que era respetuoso de la ley y las instituciones, que respetaría al IFE el 2 de julio, pero me reclamó: “No se valen esas prohibiciones”.
- Señor presidente, hace seis años, como candidato opositor, exigió que el gobierno se mantuviera al margen de las elecciones y acusó al entonces presidente de la República y al PRI de querer organizar un fraude y manipular la elección. Me parece que para ser congruente debe usted ser sensible a las acusaciones que ahora le hacen PRD y PRI. – Ante mi cuestionamiento, dijo que las condiciones del país eran muy diferentes: “Antes había abusos, ahora no”.
Si estas palabras-revelaciones de Ugalde son fieles, Fox aparece, no solo como una persona sin capacidad, cultura ni conocimientos legales e institucionales, sino como un individuo inmaduro, incapaz de manejar sus emociones ni de ser equitativo y democrático, sino más bien un dictador.
Ninguno de mis argumentos parecía convencerlo. Sus derechos políticos y su deseo de influir en el electorado le importaban más que su obligación de mantener la gobernabilidad del país(…) Esa mañana supe que el presidente no sería un activo para el proceso electoral. Que el IFE y demás autoridades electorales tendrían que ir solos a la contienda más conflictiva de la historia de México.
La interrogante central es si el conflicto después del 2 de julio es consecuencia de que las contiendas fueron inequitativas. Si Fox no hubiera hablado y los empresarios no hubieran transmitido sus spots, ¿López Obrador habría aceptado el resultado que no le favoreció? Y más importante quizás, ¿habría ganado Felipe Calderón?.
En primer lugar, es obligación constitucional del IFE como autoridad electoral, y para ello se constituyó, “ir sólo a la contienda” sin obedecer a presiones de ninguna clase, institución o persona. Incumple con la legalidad si cede a chantajes, lo que salta a la vista. Si cede, ¿Para qué existe?
En segundo lugar, incumplió una orden del TSJE al no retirar los anuncios del Consejo Coordinador Empresarial: “López Obrador es un peligro para México”. El reciente pronunciamiento del Tribunal Federal Electoral en este sentido, lo demuestra. Lastimosamente el daño ya está hecho, y no habrá multa ni sanción que le devuelva a la ciudadanía su verdadera manifestación, sesgada por la dictadura, y la incapacidad demostrada por Ugalde, a pesar de sus excusas.
Por otro lado, si realmente el presidente del IFE quería demostrar la legalidad de la elección, hubiese permitido la apertura de las urnas y el conteo las veces que hubiese sido necesario, que verificara si efectivamente Calderón había obtenido mayoría de votos. De otra manera no es posible, ni creíble. Mucho menos tiene autoridad moral para incurrir en interrogantes que no puede responder ni justificar. En este sentido, también olvida, que en el caso particular de la región Córdoba-Orizaba, los empleados del IFE que acudieron a capacitar a los encargados de las casillas electorales, llegaron en algunos casos a mencionar que “La izquierda no es buena opción” (El Mundo de Córdoba, Junio 2006), violando la ética, la objetividad y la ley. Igualmente existe el caso particular de la casilla 1000 de Córdoba cuyo presidente denunció el fraude. El IFE dijo que ningún presidente de casilla lo había hecho.
Ugalde continúa explicando, que hacia las 11:40 de la noche del 2 de julio, poco después de anunciar que la elección había estado tan cerrada que no podía darse un ganador, recibió reiteradas llamadas del presidente Fox quién le dijo “que estaba colocando al país en una situación de ingobernabilidad por no haber dado ganador. ¡Cómo era posible que Fox le reclamara a la autoridad electoral! Nuestra función no era anunciar triunfos, sino dar resultados. Con su tono y actitud Fox pretendía transferirme a mí la culpa de la posible ingobernabilidad del país. Olvidaba que sus declaraciones durante las campañas habían contribuido a construir un clima conflictivo”
Poco más tarde Gordillo pidió hablar con él. Ugalde se negó y ella respondió furiosa: ¡Cómo que no puede tomar la llamada! Usted no sabe quién soy yo. Está poniendo al país en una situación muy grave. Necesito habla con él antes de que inicie la sesión del Consejo General. Dijo estar arrepentida de haber votado por mí como presidente del IFE años antes. –Le faltaron huevos a Ugalde- habría dicho (…)
Desde las cuatro de la tarde, Felipe Calderón tenía la certeza de que había ganado la elección, y quería que el presidente del IFE lo anunciara. Sin embargo, partía de un error. Efectivamente iba literalmente arriba en la mayoría de las encuestas de salida, pero la distancia que lo separaba era tan pequeña que el conteo rápido sería insuficiente para determinar, con plena certeza, que el candidato del PAN era el triunfador esa noche.
Poco antes de la aprobación de la reforma fiscal, Ugalde se lamentaba ante Felipe Calderón:
- Mi cargo me obliga a defender al IFE. No es correcto ni bueno para el país que para lograr la reforma fiscal y una aparente reconciliación nacional, ficticia y pasajera, se sacrifique al IFE y a sus consejeros.
Esperaba que el presidente me atajara para decirme que defendería al IFE. Esperaba que el Calderón demócrata que yo recordaba saliera a darme la garantía de que cuidaría a las instituciones. Esperaba la empatía del jefe del Estado mexicano. Esperé en vano (…)
Meses más tarde, tras haber jugado sus cartas, Gordillo una vez más, manipulando desde el gobierno, se deshizo de Ugalde. Ya no le servía… Cuando Calderón deje se ser de su interés, ¿hará lo mismo?
A continuación, el análisis de algunos extractos, resumidos y adaptados para este formato.
Destaca de inicio la persona que anunció a Ugalde su nombramiento: Elba Esther Gordillo. No es necesario mencionar el inmenso poder de la maestra a costa de chantajear el voto de su gremio, pactos de conveniencia –recientemente fue expulsada del PRI por traición, al colaborar con el gobierno de Fox, en la campaña de Calderón, y su teje-maneje en la presidencia- Uso del erario público para enriquecimiento y regalos: lap tops a los diputados que coordinaba, 59 camionetas Hummers ($400 mil c/u) a los dirigentes seccionales del sindicato SNTE que opera vergonzosamente para desgracia de la educación pública desde hace más de 20 años, y por el que se hizo nombrar presidenta vitalicia, y un etcétera interminable. Gestiones propias de la mafia sindical mexicana en perjuicio de la calidad educativa, los niños y los trabajadores que laboran con bajas remuneraciones y en pésimas condiciones, cuando la Secretaría de Educación Pública recibe tanto dinero como en los países desarrollados, pero que desemboca en los parásitos que cobran sin trabajar una sola hora, la riqueza y regalitos de la Sra. Gordillo, por más que excuse que son para una rifa. Además de su cinismo dictatorial al disponer expresamente la elección de los consejeros del IFE, habiendo excluido de la votación al PRD.
Artículo 110 del libro tercero del IFE. Título primero. Disposiciones preliminares, aparatado 2º.
“El consejero presidente del Consejo General, será elegido por las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, de entre las propuestas que formulen los grupos parlamentarios, previa realización de una amplia consulta a la sociedad”. Lo cual, por supuesto, no se respetó.
El texto de Proceso detalla una llamada anónima que recibió Ugalde en su celular:
- Háblale a Roberto Madrazo a la suite del hotel Four Seasons y dile lo que le tienes que decir (…)
Hablar con Madrazo era importante- explica Ugalde- porque, en ese mes de octubre de 2003, crecía la versión de un creciente distanciamiento entre él y Gordillo. Era indispensable, por lo tanto, contar con el aval de ambos para generar confianza en el PRI(…) ¿Qué era lo que tenía que decir?, pensé. No iba a ofrecer nada a cambio (…) -Roberto, habla Luis Carlos Ugalde. Llamo para agradecer tu confianza para ser considerado como nuevo presidente del IFE. Madrazo me felicitó. No sabía entonces que, tiempo después, al amparo de una interpretación legal, el PRI de Madrazo pediría al IFE y a mi persona, aliviar y “facilitar” el pago de su deuda (multa de mil millones de pesos por el Pemexgate), y que la negativa a hacerlo contribuiría a sembrar la distancia.
Elocuente confesión de que el gobierno de Fox no era feudo exclusivo de Gordillo sino de Madrazo y camarilla priísta. La división interna por la pugna por el poder se hacía notoria a juzgar por lo siguiente:
- (…) Poco antes de votar el nombramiento de la candidata a secretaria ejecutiva: Mª del Carmen Alanís, directora de Capacitación Electoral y Educación Cívica del IFE, Fernando González, yerno de Gordillo, me llamó preocupado por la cercanía de Alanís con el diputado del PRI Manlio Fabio Beltrones. Temía que por medio de ella, interviniera en la vida interna del instituto “Dile a Ugalde que Alanís les va a hacer mucho daño”-Habría dicho Elba Esther. En los primeros meses de 2005, Beltrones me mandó un mensaje con el nombre de un candidato: José Manuel Moreno Aguiñiga. (Concuño de Beltrones) Ugalde contestó que no había apoyo para dicho candidato-“Manlio nunca olvida, cuídate”- le dijo un amigo.
Según Ugalde, el candidato natural para Elba Esther era Castañeda. En 2005, tanto el presidente Fox como su esposa y Santiago Creel, secretario de Gobernación, le dijeron que Castañeda “robaría” votos al PAN. No obstante el 30 de mayo de 2006, a pocas semanas de la jornada electoral, Elba Esther le dijo a Castañeda que si aceptaba la candidatura, ella quitaba a Roberto Campa, candidato por Nueva Alianza. La condición implícita era que declinara a favor de Calderón antes de la jornada electoral. Tales revelaciones verifican el fraude electoral del 2006: El plan urdido, y Elba Esther la ejecutora.
- (…) Poco antes de que iniciaran las campañas presidenciales, el gobierno de Vicente Fox lanzó, en enero de 2006, una campaña masiva en radio y TV para presumir los logros de su administración. Los spots buscaban influir en el ánimo de los ciudadanos. (…) Nunca se refirió a López Obrador por su nombre, pero el destinatario de sus críticas era claro.
Ugalde olvida mencionar que Castañeda, autor confeso, había recomendado la campaña sucia contra López Obrador, que en los spots televisivos se escuchaba claramente su nombre en un tono autoritario: “López Obrador es un peligro para México”. Que él como presidente del IFE permitió que dicha campaña prosiguiera, con la consiguiente omisión legal, incurriendo en delitos electorales por los que no ha sido juzgado, y de los que pretende excusarse en una llamada que recibió de Calderón enojado:
“Si el IFE prohibía los spots, se estaría limitando la libertad de expresión, y se daría un golpe a la democracia. Era inadmisible que los consejeros cediéramos frente a las pretensiones del PRD. Dijo tener derecho a decir lo que pensaba y que el IFE no se lo podía prohibir. Contesté que la señal de Tribunal Electoral era muy clara. “Los magistrados quieren que se detengan las campañas negativas. Si no lo hacemos nosotros- explicaba- lo harán ellos, y yo no puedo permitir que el IFE sea omiso frente a un mensaje claro de los magistrados (…) Los spots, sin embargo, no se retiraron.
- (…) He recordado varias veces esa conversación, y he reflexionado sobre el contraste entre el Calderón candidato, defensor de la libertad de expresión, a costa de lo que fuera, y el Calderón presidente que publicó una reforma constitucional, en noviembre de 2007, que prohíbe el tipo de publicidad política que él mismo empleó contra AMLO y que defendió ante mí en abril de 2006.
- (…) Rubén Aguilar, vocero del presidente Fox, me platicó tiempo después, que el presidente Fox actuaba por iniciativa propia porque estaba convencido de que había que defender su proyecto de gobierno. Fox pensaba que no se podía regresar a la época del PRI, bajo la sombra de un populista como López Obrador. Más que un asunto de favorecer a Calderón, lo esencial era que AMLO no llegara a Los Pinos. Fox pensaba que era su derecho actuar, y que no violaba ninguna ley al hacerlo (…)
Elocuente nuevamente el desconocimiento de Fox por las leyes, y su confusión entre berrinche e intromisión, por cuyo empecinamiento incurrió en actos violatorios e inconstitucionales. Ugalde no solo incumplió con su deber de informárselo e impedírselo, sino que fue su cómplice al permitirlo.
- (…) En julio de 2004, me aseguró que sería plenamente neutral. El 19 de febrero de 2006, antes de aprobar el acuerdo de neutralidad, su rostro adusto y distante, mientras entraba en la sala acompañado de Carlos Abascal, secretario de gobernación, me indicó que la reunión sería álgida. Sus primeras palabras fueron de reclamo. Se quejó de que el presidente de la república no pudiera hablar ni decir lo que pensaba, incluso si atacaban a su esposa Marta. Me dijo que era respetuoso de la ley y las instituciones, que respetaría al IFE el 2 de julio, pero me reclamó: “No se valen esas prohibiciones”.
- Señor presidente, hace seis años, como candidato opositor, exigió que el gobierno se mantuviera al margen de las elecciones y acusó al entonces presidente de la República y al PRI de querer organizar un fraude y manipular la elección. Me parece que para ser congruente debe usted ser sensible a las acusaciones que ahora le hacen PRD y PRI. – Ante mi cuestionamiento, dijo que las condiciones del país eran muy diferentes: “Antes había abusos, ahora no”.
Si estas palabras-revelaciones de Ugalde son fieles, Fox aparece, no solo como una persona sin capacidad, cultura ni conocimientos legales e institucionales, sino como un individuo inmaduro, incapaz de manejar sus emociones ni de ser equitativo y democrático, sino más bien un dictador.
Ninguno de mis argumentos parecía convencerlo. Sus derechos políticos y su deseo de influir en el electorado le importaban más que su obligación de mantener la gobernabilidad del país(…) Esa mañana supe que el presidente no sería un activo para el proceso electoral. Que el IFE y demás autoridades electorales tendrían que ir solos a la contienda más conflictiva de la historia de México.
La interrogante central es si el conflicto después del 2 de julio es consecuencia de que las contiendas fueron inequitativas. Si Fox no hubiera hablado y los empresarios no hubieran transmitido sus spots, ¿López Obrador habría aceptado el resultado que no le favoreció? Y más importante quizás, ¿habría ganado Felipe Calderón?.
En primer lugar, es obligación constitucional del IFE como autoridad electoral, y para ello se constituyó, “ir sólo a la contienda” sin obedecer a presiones de ninguna clase, institución o persona. Incumple con la legalidad si cede a chantajes, lo que salta a la vista. Si cede, ¿Para qué existe?
En segundo lugar, incumplió una orden del TSJE al no retirar los anuncios del Consejo Coordinador Empresarial: “López Obrador es un peligro para México”. El reciente pronunciamiento del Tribunal Federal Electoral en este sentido, lo demuestra. Lastimosamente el daño ya está hecho, y no habrá multa ni sanción que le devuelva a la ciudadanía su verdadera manifestación, sesgada por la dictadura, y la incapacidad demostrada por Ugalde, a pesar de sus excusas.
Por otro lado, si realmente el presidente del IFE quería demostrar la legalidad de la elección, hubiese permitido la apertura de las urnas y el conteo las veces que hubiese sido necesario, que verificara si efectivamente Calderón había obtenido mayoría de votos. De otra manera no es posible, ni creíble. Mucho menos tiene autoridad moral para incurrir en interrogantes que no puede responder ni justificar. En este sentido, también olvida, que en el caso particular de la región Córdoba-Orizaba, los empleados del IFE que acudieron a capacitar a los encargados de las casillas electorales, llegaron en algunos casos a mencionar que “La izquierda no es buena opción” (El Mundo de Córdoba, Junio 2006), violando la ética, la objetividad y la ley. Igualmente existe el caso particular de la casilla 1000 de Córdoba cuyo presidente denunció el fraude. El IFE dijo que ningún presidente de casilla lo había hecho.
Ugalde continúa explicando, que hacia las 11:40 de la noche del 2 de julio, poco después de anunciar que la elección había estado tan cerrada que no podía darse un ganador, recibió reiteradas llamadas del presidente Fox quién le dijo “que estaba colocando al país en una situación de ingobernabilidad por no haber dado ganador. ¡Cómo era posible que Fox le reclamara a la autoridad electoral! Nuestra función no era anunciar triunfos, sino dar resultados. Con su tono y actitud Fox pretendía transferirme a mí la culpa de la posible ingobernabilidad del país. Olvidaba que sus declaraciones durante las campañas habían contribuido a construir un clima conflictivo”
Poco más tarde Gordillo pidió hablar con él. Ugalde se negó y ella respondió furiosa: ¡Cómo que no puede tomar la llamada! Usted no sabe quién soy yo. Está poniendo al país en una situación muy grave. Necesito habla con él antes de que inicie la sesión del Consejo General. Dijo estar arrepentida de haber votado por mí como presidente del IFE años antes. –Le faltaron huevos a Ugalde- habría dicho (…)
Desde las cuatro de la tarde, Felipe Calderón tenía la certeza de que había ganado la elección, y quería que el presidente del IFE lo anunciara. Sin embargo, partía de un error. Efectivamente iba literalmente arriba en la mayoría de las encuestas de salida, pero la distancia que lo separaba era tan pequeña que el conteo rápido sería insuficiente para determinar, con plena certeza, que el candidato del PAN era el triunfador esa noche.
Poco antes de la aprobación de la reforma fiscal, Ugalde se lamentaba ante Felipe Calderón:
- Mi cargo me obliga a defender al IFE. No es correcto ni bueno para el país que para lograr la reforma fiscal y una aparente reconciliación nacional, ficticia y pasajera, se sacrifique al IFE y a sus consejeros.
Esperaba que el presidente me atajara para decirme que defendería al IFE. Esperaba que el Calderón demócrata que yo recordaba saliera a darme la garantía de que cuidaría a las instituciones. Esperaba la empatía del jefe del Estado mexicano. Esperé en vano (…)
Meses más tarde, tras haber jugado sus cartas, Gordillo una vez más, manipulando desde el gobierno, se deshizo de Ugalde. Ya no le servía… Cuando Calderón deje se ser de su interés, ¿hará lo mismo?

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