‘ACA no se cerrará ni reubicará’
Jaime Crivelli, dueño de la avícola, dijo que tomarán medidas correctivas
Jaime Crivelli, dueño de la avícola, dijo que tomarán medidas correctivas
Angélica Salmerón /El Mundo de Córdoba
México 26 de noviembre, 2008
Jaime Crivelli Espinosa, propietario de ACA.
México 26 de noviembre, 2008
Jaime Crivelli Espinosa, propietario de ACA.
El Mundo de Córdoba
Un plan anticontaminante y corrección de fallas humanas contempla realizar ACA en su planta deshidratadora de Amatlán, para disminuir los efectos contaminantes, pero sin considerar una reubicación o clausura por tener en el lugar una inversión de alrededor de 10 millones de pesos.
Jaime Crivelli Espinosa, propietario de esa empresa avícola, expuso que empezaron a contactar a grupos italianos para adquirir productos que disminuyan a bajar la emisión de olores, además de cambiar un ciclón de donde sale el vapor de lo que llamó ‘la olla expréss’. También, la instalación de unas campanas, cambio de tuberías y hasta dejar de regar el agua en los predios aledaños como fertilizantes, para desplazarse en forma diaria en una pipa al rastro TIF que opera en Cuitláhuac.
“Huele, porque no tenemos una fábrica de perfumes o de pan, pero aquí tenemos sangre, plumas, tripas de los pollos, y empiezan a fermentar”, expuso. Además, dijo que no contemplan la reubicación por no ser un carrito de tacos o hot dogs, sino que se trata de una empresa con equipo tecnológico, subestación de CFE, y tiene con25 trabajadores contratados. Explicó que por normatividad sanitaria no arrojan en la vía pública ni envían a los basureros o rellenos la sangre, tripas, plumas, pelo, orejas y demás desechos de los animales, sino que los procesan para la obtención de harinas para alimentos de rumiantes.
“No es un producto tóxico, no es venenoso, por lo que ninguno de los trabajadores está enfermo”, dijo. Reconoció que tiran agua por descuido del encargado, pero ya no sucederá al reiniciar actividades.
Jaime Crivelli Espinosa, propietario de esa empresa avícola, expuso que empezaron a contactar a grupos italianos para adquirir productos que disminuyan a bajar la emisión de olores, además de cambiar un ciclón de donde sale el vapor de lo que llamó ‘la olla expréss’. También, la instalación de unas campanas, cambio de tuberías y hasta dejar de regar el agua en los predios aledaños como fertilizantes, para desplazarse en forma diaria en una pipa al rastro TIF que opera en Cuitláhuac.
“Huele, porque no tenemos una fábrica de perfumes o de pan, pero aquí tenemos sangre, plumas, tripas de los pollos, y empiezan a fermentar”, expuso. Además, dijo que no contemplan la reubicación por no ser un carrito de tacos o hot dogs, sino que se trata de una empresa con equipo tecnológico, subestación de CFE, y tiene con25 trabajadores contratados. Explicó que por normatividad sanitaria no arrojan en la vía pública ni envían a los basureros o rellenos la sangre, tripas, plumas, pelo, orejas y demás desechos de los animales, sino que los procesan para la obtención de harinas para alimentos de rumiantes.
“No es un producto tóxico, no es venenoso, por lo que ninguno de los trabajadores está enfermo”, dijo. Reconoció que tiran agua por descuido del encargado, pero ya no sucederá al reiniciar actividades.
Y las fábricas de perfumes dicen que no huele a pollo porque ahi tiene rosas, gardenias y puras flores...
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